La cirugía ortognática corrige problemas funcionales y estéticos causados por la mala posición de los huesos maxilares y la mandíbula. Mejora la masticación, la deglución, trata el síndrome de apnea obstructiva del sueño y alivia el dolor en la articulación temporomandibular. Se realiza un estudio previo para determinar la nueva posición de los huesos y luego se realiza el procedimiento quirúrgico, donde se realizan cortes y se colocan fijaciones de titanio. Durante la recuperación, se deben seguir las indicaciones médicas y, en algunos casos, se requiere un tratamiento de ortodoncia para ajustar los dientes. La cirugía ortognática ofrece beneficios estéticos y funcionales, mejorando la confianza y la salud bucal.

 

Importancia de la cirugía ortognática en la corrección de problemas de mordida

La cirugía ortognática desempeña un papel fundamental en la corrección de diversos problemas de mordida, ofreciendo mejoras significativas tanto en la función como en la estética facial. A continuación, exploraremos los beneficios que esta intervención puede proporcionar en tres aspectos clave:

Mejora de la masticación y deglución de alimentos

  • La mala posición de los huesos maxilares y la mandíbula puede dificultar la masticación eficiente de los alimentos, lo que afecta la capacidad para mantener una alimentación adecuada y nutritiva.
  • La cirugía ortognática permite corregir esta problemática al reposicionar los huesos, facilitando una masticación más efectiva y una deglución adecuada.
  • Esto no solo mejora la calidad de vida en términos de nutrición, sino que también evita la aparición de problemas digestivos derivados de una masticación deficiente.

Tratamiento del síndrome de apnea obstructiva del sueño

  • La mala posición de los huesos maxilares y la mandíbula puede contribuir al desarrollo del síndrome de apnea obstructiva del sueño, un problema que afecta la calidad del sueño y la salud en general.
  • La cirugía ortognática puede ayudar a tratar este síndrome al reposicionar los huesos de manera que se abra la vía respiratoria durante el sueño, permitiendo un adecuado flujo de aire y evitando los episodios de apnea.
  • De esta manera, se favorece un descanso reparador y se reducen los riesgos asociados a la apnea obstructiva del sueño, como la somnolencia diurna y los problemas cardiovasculares.

Corrección de dificultades en la pronunciación y dolor en la articulación temporomandibular

  • La mala posición de los huesos maxilares y la mandíbula puede causar dificultades en la pronunciación de ciertos sonidos, afectando la claridad del habla.
  • Además, esta maloclusión puede generar dolor e incomodidad en la articulación temporomandibular, ocasionando molestias al abrir y cerrar la boca.
  • La cirugía ortognática aborda estos problemas, permitiendo una correcta alineación de los huesos y reduciendo tanto las dificultades en la pronunciación como el dolor en la articulación temporomandibular.

 

Estudio previo para determinar la nueva posición de los huesos

Antes de realizar la cirugía ortognática, es fundamental llevar a cabo un exhaustivo estudio previo para determinar la nueva posición de los huesos maxilares y la mandíbula. Este proceso se realiza con el objetivo de obtener un resultado estético y funcional óptimo.

El estudio previo incluye diferentes pruebas y análisis para evaluar la situación actual de los huesos y diagnosticar con precisión los problemas existentes. Entre las herramientas utilizadas se encuentran radiografías, tomografías y análisis cefalométricos.

Con estos estudios se determina la nueva posición ideal de los huesos, teniendo en cuenta aspectos como la correcta mordida, la simetría facial y la armonía estética. Además, se evalúa la relación entre los maxilares y la mandíbula, y se tiene en cuenta la función respiratoria y la articulación temporomandibular.

Una vez obtenidos todos los datos necesarios, se realiza una planificación detallada del procedimiento quirúrgico. Esta planificación incluye el cálculo de los movimientos necesarios en los huesos, tanto en el plano horizontal como vertical, para lograr la nueva posición deseada.

 

Procedimiento quirúrgico de la cirugía ortognática

La cirugía ortognática es un procedimiento que busca corregir los problemas funcionales y estéticos causados por la mala posición de los huesos maxilares y la mandíbula. Durante el procedimiento, se llevan a cabo dos etapas principales: los cortes en los huesos y la colocación en la posición planificada, y la estabilización con fijaciones de titanio.

Cortes en los huesos y colocación en la posición planificada

En primer lugar, se realizan cuidadosos cortes en los huesos maxilares y la mandíbula según el plan previamente establecido. Estos cortes permiten movilizar los huesos y llevarlos a la nueva posición deseada. Es importante mencionar que estos cortes se realizan en áreas estratégicas para asegurar una adecuada estabilidad y funcionalidad durante la recuperación.

Una vez realizados los cortes, se procede a colocar los segmentos óseos en la posición planificada. Esto se logra mediante la utilización de instrumentos precisos y la experiencia del cirujano. Es fundamental seguir minuciosamente el plan preestablecido para obtener el mejor resultado estético y funcional.

Estabilización con fijaciones de titanio

Una vez que los huesos se encuentran en la posición correcta, se procede a su estabilización mediante fijaciones de titanio. Estas fijaciones son pequeños tornillos o placas de titanio que se colocan estratégicamente para mantener los huesos en su nueva posición mientras se completa la cicatrización y la consolidación ósea.

El uso de fijaciones de titanio brinda una gran estabilidad y permite una adecuada recuperación. Estos materiales son altamente resistentes y compatibles con el cuerpo humano, lo cual evita complicaciones y facilita el proceso de curación.

Una vez finalizada esta etapa del procedimiento, se continúa con la recuperación y el seguimiento postquirúrgico para asegurar una adecuada cicatrización y adaptación de los tejidos.

 

Recuperación y cuidados postquirúrgicos

Después de la cirugía ortognática, es crucial seguir las indicaciones del cirujano para garantizar una óptima recuperación. Estas indicaciones incluyen una dieta blanda durante los primeros días para evitar molestias y facilitar la cicatrización de los tejidos.

Indicaciones de la dieta blanda y medicación

  • Es recomendable consumir alimentos líquidos durante los primeros días después de la cirugía.
  • Posteriormente, se puede progresar a una dieta de purés y, gradualmente, a alimentos blandos que no requieran mucha masticación.
  • Es importante evitar alimentos duros o pegajosos que puedan dificultar la cicatrización o causar daño a los tejidos.
  • Se debe tomar la medicación recetada por el cirujano de acuerdo con las instrucciones proporcionadas.

Revisiones con el cirujano, el dentista y el ortodoncista

Durante el período de recuperación de la cirugía ortognática, es crucial asistir a las revisiones periódicas con el cirujano, el dentista y el ortodoncista. Estos profesionales estarán encargados de evaluar el progreso de la recuperación y efectuar los ajustes necesarios en el tratamiento. En los controles, se efectuarán diferentes pruebas y exámenes para asegurarse de que la mandíbula se está moviendo correctamente y que la mordida se está alineando adecuadamente. El cirujano revisará la cicatrización de los tejidos y se asegurará de que no haya complicaciones. El dentista y el ortodoncista trabajarán en la alineación de los dientes y en la correcta oclusión de la mordida. Estas revisiones son parte fundamental para el éxito de la cirugía ortognática y para lograr los resultados deseados en términos estéticos y funcionales.

Evaluación del progreso y ajustes en el tratamiento

Durante los controles postquirúrgicos, se realizará una evaluación exhaustiva del progreso del paciente. Se analizará la evolución de la cicatrización, la movilidad de la mandíbula, la correcta oclusión de la mordida y la alineación de los dientes. Si es necesario, se efectuarán ajustes en el tratamiento, como modificaciones en el plan de ortodoncia, cambios en la dieta o ajustes en la medicación. Estos ajustes se basarán en las necesidades y progresos individuales de cada paciente, con el objetivo de lograr una recuperación exitosa y obtener una mordida correcta y funcional. Es importante mantener una comunicación constante con el equipo médico y seguir todas las indicaciones y recomendaciones para alcanzar los mejores resultados posibles en el proceso de recuperación postquirúrgica.

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